El otoño es la estación de la transición: los días comienzan a acortarse, las temperaturas descienden y la humedad se hace más presente. Vestir a los niños en esta época requiere un equilibrio entre comodidad y abrigo progresivo.
Las camisetas de manga larga de algodón, combinadas con jerséis de punto fino o sudaderas cómodas, resultan ideales para el día a día. En cuanto a pantalones, lo mejor son los vaqueros, leggins o pantalones de algodón grueso que protejan del frío sin perder movilidad.
Las chaquetas acolchadas ligeras o cortavientos se convierten en imprescindibles para salir a la calle, sobre todo en las mañanas frías. También conviene contar con un chubasquero impermeable con capucha, ya que las lluvias son frecuentes en esta estación.
En los pies, lo más adecuado son unas zapatillas resistentes al agua o botas ligeras que permitan jugar sin preocuparse de los charcos. Los colores del otoño invitan a looks cálidos y acogedores, por lo que los tonos tierra, burdeos o verde musgo suelen ser tendencia en esta época.
Vestir bien a los niños en otoño es garantizar que disfruten de sus juegos al aire libre sin pasar frío ni mojarse, siempre listos para cualquier cambio repentino de tiempo.


